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Todo comenzó con la reflexión en torno a las condiciones ambientales y su incidencia negativa en las poblaciones de abejas; insecto considerado el mayor polinizador del mundo.
Pensamos que teniendo un área de conservación importante en la finca Tequendama podíamos generar el espacio para crear un colmenar y de esa forma, facilitar la producción de miel y multiplicar el número de abejas a favor de la polinización de plantas silvestres y cultivadas.
Con ese objetivo, instalamos 40 colmenas de Apis mellifera a comienzos de 2015 y después de dos largas épocas; un período intensamente seco y otro de mucha lluvia, ambos con una floración muy pobre, la recuperación del ecosistema nos permitió obtener la primera cosecha: 330 litros de miel pura; con la condición de haber sido obtenida en un bosque que es área de conservación de una plantación de aceite de palma que se desarrolla con prácticas de agricultura orgánica, libre del uso de insumos agrícolas de síntesis química. Tequendama es un agrosistema en el que se han logrado articular actividades de producción agrícola, de conservación y usos sostenibles de los recursos naturales.
El Apiario Tequendama hace parte ese ejercicio: los bosques presentes en la finca se han convertido en refugio y protección de abejas que producen miel de excelente calidad; mientras polinizan la cobertura vegetal de los suelos dedicado al cultivo de palma y las siembras de productos de economía campesina en las comunidades vecinas.
El propósito es convertir este proyecto en una oportunidad de transferir al pequeño productor, el conocimiento de una nueva actividad económica; sino también, de afianzar su sensibilidad frente a la conservación de las áreas naturales; que en la mayoría de los casos, son rastrojos o barbechos, con una gran capacidad de albergar distintas especies y de proteger fuentes de agua que son vitales para la agricultura. La miel de abejas DAABON es una oportunidad maravillosa para demostrar que hacer palmicultura y conservar el medio ambiente natural, es posible.