Por Esther Meima – Daabon Organic USA, Inc.
Con temas como Organismos Genéticamente Modificados (OGM), cambio
climático y crecimiento de la población siendo más
relevantes a nivel mundial, el tema de sostenibilidad es ahora muy
importante en los Estados Unidos, para compañías y
consumidores.
Organizaciones No-Gubernamentales han contribuido a empujar los cambios
corporativos en sostenibilidad utilizando campañas de orden nacional
con el objetivo de llegar al consumidor joven. Como resultado, los
compradores son más conscientes del efecto social y ambiental que
conlleva su elección, se encuentran leyendo activamente la lista de
ingredientes y buscan sellos que les sean familiares (como USDA Organic,
Rainforest Alliance y Non-GMO) para consolidar la compra responsable.
De acuerdo con la Encuesta Global en Responsabilidad Social Corporativa de
Nielsen, “42% de los compradores on-line de Estados Unidos,
están dispuestos a pagar más por productos y servicios que
sean provistos por empresas comprometidas a generar impactos sociales y
ambientales positivos. Amy Fenton, Líder Global de Desarrollo Publico
y Sostenibilidad en Nielsen, asegura que “los consumidores globales
están comunicando claramente que el propósito social de la
marca está dentro de los factores que influencian la decisión
de compra”, y que “este comportamiento se mantiene a la
alza”. La casa Nielsen también reporta que la generación
“Milenaria” (edades entre 21-34 años) son más
receptivos a las acciones en sostenibilidad”, confirmando que las
generaciones más jóvenes están más enganchadas a
las preocupaciones globales.
Mientras tanto, Ernst & Young Global Limited recientemente condujo
encuestas a ejecutivos corporativos en área de sostenibilidad. EY
reporta que “el 76% de los entrevistados anticipan escases de recursos
naturales que afectaran sus negocios directamente en los próximos 3-5
años”. Adicionalmente, “65% de los encuestados aseguran
que sus Gerentes Financieros (CFO) se han involucrado directamente en temas
de sostenibilidad”. En otras palabras, la sostenibilidad hace parte de
las prioridades corporativas de empresas en Estados Unidos.
En Enero de 2015, DAABON USA patrocinó, por tercer año
consecutivo, el Sustainable Foods Summit en San Francisco. El evento se
enfoca en sostenibilidad y sellos verdes disponibles en la industria
alimenticia, e incluye participantes de varias compañías de
alimentos empacados, así como proveedores y manufactura. Los
participantes, interesados comúnmente en desarrollar y promover
aún más la sostenibilidad en su industria, tuvieron la
oportunidad de oír directamente cuáles son los retos y
soluciones que se presentan hoy en día.
El Director de Sostenibilidad de DAABON, Felipe Guerrero, desarrolló
una presentación en la que hacía referencia a las
preocupaciones que recaen sobre el consumidor de palma africana. Esta
industria tiene una mala reputación que nace de prácticas de
deforestación y pérdida de hábitat de varias especies,
incluidos el orangután, así como desplazamiento de comunidades
campesinas e indígenas.
Por otro lado, la palma cultivada por empresas responsables ofrece grandes
beneficios; este cultivo produce tres veces más aceite que la soya,
colza o girasol. En términos de uso de tierra, necesita un tercio
para suplir la necesidad. La fruta es cosechada todo el año de
plantas que sobrepasan los 30 años de vida en muchos casos, que a su
vez se traduce en menos arado y un suelo más saludable.
La palma es increíblemente popular en la industria alimenticia porque
es muy estable y cuenta con una alta relación costo vs. beneficio,
pues puede ser utilizada efectivamente en su condición no-hidrogenada
(sin grasas trans) en varias aplicaciones (como la pastelería), con
un gran sabor y desempeño. Adicionalmente, el aceite de palma
africana contiene ácidos grasos saludables y antioxidantes que forman
parte de una dieta balanceada.
La respuesta, entonces, recae en aceite de palma sostenible; aquella palma
que es cosechada con estándares de sostenibilidad desarrollados por
organizaciones como la RSPO y Rainforest Alliance.
DAABON, capaz de entregar aceite de acuerdo al más alto
estándar de trazabilidad en la industria (Identidad Preservada) y que
ha sido líder en sostenibilidad, es también miembro fundador
del POIG; que en conjunto con ONG’s como WWF, Greenpeace y productores
líderes de la industria, pretende alentar a la industria a acogerse a
modelos de producción más sostenibles.
Los productores tienen la tecnología disponible (desarrollada por
Cenicafé) y la oportunidad de adoptarla mediante un fuerte proceso de
extensión rural. La sostenibilidad económica y ambiental del
cafetero colombiano es un reto gremial y social sin antecedentes. El
éxito de esta iniciativa privada, sumada a una notable fortaleza
institucional, puede ser la alternativa de desarrollo sostenible para
más de 5.000 familias de campesinas, indígenas y empresarios
en el Magdalena.